Ayer me quedé sin habla, no podía ni hablar… ayer un moreno latino me taladró de verdad… cuanto más me gustaba, más me perforaba… qué cabrón… menudo pollón… de principio me la costaba tragar pero, insistiendo yo y envistiéndome él hasta los grandes huevos repiqueteaban mi frente y me asfixiaba de placer… quería sólo tenerla dentro, toda entera bien a dentro… ni una palabra pude pronunciar… ahora la recuerdo con la boca abierta y presto surge el anhelo de volverla a devorar… les adoro…